Sergio Ramos vivió ayer dos situaciones que le son muy familiares en el Real Madrid. El defensa anotó un gol, el segundo de su equipo y el número 40 de su carrera en el Bernabéu. Minutos después, enfilaba el camino de la ducha tras ver dos amarillas en menos de un minuto. Otra situación que tampoco le coge de nuevas en el Madrid.
Despedidas rojiblancas para iniciar un nuevo ciclo
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Sin necesidad de confirmación oficial, el manteo al que les sometieron sus
compañeros a la conclusión del encuentro con el Reale Ademar de León
anunció la ...
Hace 11 años